Opinión
Expertos temen que no haya una convivencia adecuada en la próxima Asamblea Nacional
El Nacional, publica un análisis, de Javier Biardeau, profesor de Sociología Política de la Universidad Central de Venezuela quien advierte que en el seno del Parlamento Nacional, pueda existir una adecuada convivencia, tras los resultados de las recientes elecciones.
Señala que la desesperación del oficialismo por atribuirse tres quintos de las curules (99 diputados) evidencia una negativa a la cohabitación pacífica con los representantes de la oposición que se incorporarán al foro legislativo a partir de enero de 2011.
Las primeras señales que ha dado la dirigencia del Partido Socialista Unido de Venezuela ante los resultados de las elecciones parlamentarias indican cierta resistencia a acusar el golpe que le dieron los electores para despojarlos de la pérdida de la mayoría calificada en la Asamblea Nacional, lo cual dificulta la imprescindible negociación con la oposición para el normal funcionamiento del Poder Legislativo.
Javier Biardeau, profesor de Sociología Política de la Universidad Central de Venezuela, advierte que la desesperación del oficialismo por atribuirse tres quintos de las curules (99 diputados) evidencia una negativa a la cohabitación pacífica con los representantes de la oposición que se incorporarán al foro legislativo a partir de enero de 2011.
En opinión del académico, el chavismo trata de soslayar el problema de fondo: la modificación del sistema electoral venezolano, con la aprobación de una nueva ley en agosto de 2009.
“El cambio de reglas obedece a una visión realista y no normativa del ejercicio del poder para potenciar las ventajas del Gobierno en la coyuntura derivada de los más recientes procesos electorales. En definitiva, la representación proporcional de las minorías quedó anulada por el voto mayoritario, con lo cual sólo tienen opción de triunfo los bandos ubicados al extremo de una profunda polarización y quedan descartadas opciones intermedias, como la que pretendió encarnar Patria para Todos”, explicó.
Biardeau advierte que el espejismo de triunfo también puede confundir a la oposición y que, en definitiva, es imprescindible tender puentes y establecer alianzas: “Tiene que haber un cambio en la forma de hacer política, pues no es verdad que el oficialismo sea expresión de una hegemonía pura, ni la oposición de un pluralismo puro”.
Volver a parlamentar
Carmen Beatriz Fernández, experta en procesos electorales, dijo que lo más relevante de los comicios del domingo pasado es que se verificó que es muy poca la diferencia entre los venezolanos que respaldan y los que adversan el proyecto político que lidera el presidente Hugo Chávez.
“En una actitud, quizás más cívica que la de algunos dirigentes, los electores se pronunciaron a favor de un parlamento que parlamente, lo cual implica negociación”, advirtió Fernández.
Considera que la posibilidad de que el oficialismo intente burlar la voluntad popular a través de una cuarta habilitación legislativa al jefe del Estado no sería tan simple. Una legislación excepcional con respaldo exiguo de los integrantes de la Asamblea Nacional plantearía un problema de legitimidad que puede revertirse en contra del chavismo.
En el entendido de que los diputados oficialistas seguirán acatando las órdenes del Presidente, la analista razona: “Por lo general, Chávez actúa como un guerrero; privilegia la pugnacidad y el ataque, pero también ha demostrado que es un sobreviviente. Puede comportarse como un extraordinario negociador y hasta jurar su nobleza, como lo hizo después del golpe de Estado de abril de 2002″.
Fernández y Biardeau opinan que si el chavismo se radicaliza aumenta la posibilidad de “raspe la olla” y que desempolve y apruebe la mayor cantidad de proyectos de leyes antes de que se renueve la Asamblea Nacional, incluso los de mayor costo político.
Jorge Pabón, ex decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la UCV, opina que el riesgo de ingobernabilidad está latente. “Lo peor que pudiera ocurrir es que el chavismo insista en imponer una mayoría ficticia y el rechazo de la ciudadanía conduzca a conflictos políticos y sociales”.
El abogado da un ejemplo relacionado con la actividad contralora asignada al Poder Legislativo: “El régimen puede optar por trancar el juego a la hora de tomar decisiones que pudieran afectar la hegemonía oficialista en otros órganos del poder público. Pensemos en un desacuerdo insalvable para la renovación de las autoridades del Consejo Nacional Electoral. Como ocurrió en el pasado, se podría forzar la intervención de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia con la seguridad de que se designarán árbitros electorales genuflexos”.
Por: Edgar López
“El Nacional”
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